Vecinos de Chaiten

ESTIMADOS VECINOS Y VECINAS: Pareciera que el infortunio que les ha tocado vivir en este ultimo mes a miles de familias del sur, esta lejos de disiparse. Las fuerzas de la naturaleza se han literalmente apoderado de ese amplio y hermoso territorio, con una fuerza y violencia inusitada han alejado del pensamiento y la esperanza de los lugareños; de un pronto retorno a la normalidad y a sus hogares.

Por que luego de la dantesca y aterradora erupción del Volcán Chaiten, que elevo al cielo su manto mortal de cenizas, ha sido el rió Blanco que saliendo de su cauce natural desbordado, pone la lápida al cambio de fisonomía de un paisaje que tan solo ayer ofrecía sus bellas y naturales virtudes al mundo; por uno donde hoy solo se detecta y vislumbra destrucción y desolación.

Las fuerzas de la naturaleza en estos últimos días, han hecho sentir su presencia, potente, gigantesca, incontrolable, demostrándonos lo pequeños e insignificantes que somos en la inmensidad de la creación. Y como los A veces aparentes infalibles y gigantescos avances tecnológicos impulsados por el hombre de nada o poco sirven ante las expresiones y exabruptos de nuestra madre tierra.

La reacción humana ante estos avatares impensados y sorpresivos ha sido probablemente la única posible ante la magnitud del dolor de nuestros hermanos, arrancados de su quietud vivencial, en una carrera protectora por la vida.

Una reacción basada en el amor al prójimo, que nos enaltece y nos hace sentirnos dignos del amor del Padre por que La Solidaridad nos hace parte de la carga que aflige al que sufre y que nos despierta a la conciencia de la fragilidad de nuestra pequeñez existencial terrena. La solidaridad entonces se vincula con la fraternidad de todos; una fraternidad que nos impulsa buscar el bien de todas las personas, por el hecho mismo de que todos somos iguales en dignidad. También la unimos con los conceptos de responsabilidad, generosidad, desprendimiento, cooperación y participación.
La solidaridad se transforma entonces en una acción espontánea que nace desde el corazón. En una señal de que todos, cualquiera sea nuestra condición, nos damos cuenta de que no podemos vivir solos en la individualidad, porque somos seres sociales por naturaleza y no podemos prescindir de nuestros iguales; De esta manera los llamados a colaborar y dar hasta que duela se multiplican y salen de la profundidad del alma para alegría de quienes sufren hoy dolor y desesperanza.
Siento Que de no mediar la premura y la fuerza con que se realizo el éxodo de los vecinos de Chaiten; probablemente hubiese habido mas mucho mas que lamentar. A este acierto se suma la rapidez y magnitud de la ayuda estatal que permitirá, mitigar convenientemente estos álgidos y tristes días de los vecinos Chaiteninos.
Estoy seguro que a partir de lo ocurrido debe darse una nueva oportunidad, para ese vasto sector, Por que no cabe duda que para Palena y Chaiten habrá un antes y un después del desastre volcánico.

Por que la erupción del Chaiten dejo al descubierto las inmensas dificultades de conexión con nuestro territorio, también ha hecho conocida la dureza de la vida de los compatriotas patagónicos y la urgente necesidad de valorar la vocación colonizadora de sus residentes; De todos quienes hacen patria, en esas lejanas latitudes.
A partir de ahora un nuevo Palena con esperanza, desarrollo y nuevas y mejores oportunidades, debe construirse.
Y esta es una historia nueva que tiene que Empezar a construirse desde hoy y donde ya se han incorporado todos los chilenos que han sentido y han hecho suyo en lo mas profundo el drama que les ha tocado vivir.

Julio 2008.-