Estimados vecinos y vecinas: Triste fin de semana, es el que estamos viviendo, la naturaleza, como ha venido sucediendo casi con demasiada y estricta regularidad, en el planeta desde hace un buen tiempo y para una cada vez más exigente preocupación nuestra, nos está zarandeando nuevamente y con inusitada violencia.

Hermanos y hermanas nuestras, que residen, haciendo patria, cerca de los sectores cordilleranos de nuestra comuna y de las que se ubican fundamentalmente aledañas al cordón Montañoso del Caulle, han sido violentadas en su rutina diaria, al producirse Erupcion en una fisura de casi dos kilómetros. Un macizo dormido, que ha despertado con fuerza; emitiendo pavoroso quejido de lo más profundo de la tierra, un exabrupto de lava, cenizas, sonidos y movimientos telúricos que acongoja y altera con terror la apacible vida y obra de la propia naturaleza; de los hombres y mujeres que hicieron de esos parajes su hogar y su vida misma.

Cierto es, que quienes disponen, en sus manos de la tarea de ayudar y colaborar en descifrar los signos y ocurrencia de estos hechos, con sendos mensajes de emergencia numerados 2-3-4y 5 y con colores que graficaban su continua evolución, con profusa información nos alertaron tempranamente de la posibilidad que esto ocurriera; pero no fue sin no, con la fuerza y expresión del hecho mismo y de sus derivados, el que nos despertó a la realidad cruda y amarga de nuestra siempre debilitada convivencia con la Pacha mama, con la permanente y cada vez más vilipendiada naturaleza que nos rodea.

La profusa y siempre instantánea información y comunicación de hechos que alteran nuestra pasiva convivencia, motivaron al instante, ipso facto, antes que nosotros mismos nos diéramos cuenta, que la cuenta regresiva de este evento había llegado a su fin. Las llamadas los correos y todo medio de comunicación que sirviera, de los nuestros, de los hijos y parientes que en lejanas tierras se devuelven, preocupados del terruño, de todos aquellos en que hemos hecho huella de amistad y de cariño, de todos quienes nos sienten afectados por la cercanía de este nuevo conflicto: Lamentos angustiosos, aterrados, alertándonos, pidiéndonos calma, fuerza por la afectación que eventualmente golpea nuestra existencia. La Television, los diarios la INTERNET habían hecho silenciosamente su tarea intrínseca; los pavorosos ruidos subterráneos y la densa fumarola del epicentro puesto en el aire, logrado por ocasionales seudos periodistas, hacian posible disponer en tiempo real, en el propio hogar; y en la consola del computador de los ciudadanos del mundo, la pavorosa imagen de la fumarola y la explosiva erupción, en la majestuosidad del hasta ayer desconocido, hoy reconocido mundialmente Cordon del Caulle, aquí justo al lado nuestro, en los propios límites riobueninos.

Pero a la angustia y el dolor del ser humano que sufre, despierta la conciencia de los hombres de buena voluntad, la solidaridad.

La cruzada de instantánea colaboración de ayuda y de compañía fraterna en estas horas de incertidumbre; de compatriotas nuestros, de vecinos que residen en esos lejanos y hermosos territorios y parajes, hace siempre posible la victoria del ser humano en estos trances. La disposición y organización de equipos humanos, técnicos y materiales, autoridades de todo orden con jóvenes Bomberos de siempre abierta y dispuesta disposición que ponen sin duda la nota humana que nos enorgullece. Ante ello no cabe si no felicitar y saludar agradecidamente a quienes se entregan solidariamente a esta hermosa tarea de ayudar. A ellos y a sus familias. Porque partieron, sin más , ni más, a colaborar noi importa cuanto esto cueste.

Es de esperar que este nuevo trance que nos agobia hoy se diluya, y no sea si no un mensaje de atención a nuestros a veces irracionales comportamientos, para con la naturaleza.

Ha esta hora, dado el despeje momentáneo de las nubes que cubren nuestra porción de cielo, es posible en algunos momentos visualizar la espectacular y gigantesca fumarola, que nos demuestra la potencia de la naturaleza.

Finalmente además de la expresión de estos sentimientos, quisiera entregar a Uds. algunas consideraciones que siempre deben tenerse en cuenta, ante este tipo de situaciones.

Segun publicaciones serias en Chile hay más de 2.900 volcanes, de los cuales 80, según expertos, registran actividad prácticamente permanente. Además, el territorio nacional posee el 15% de todos los volcanes activos del mundo.
Por ello es muy importante Informarse sobre el desarrollo de la actividad del volcán.
Participar en los planes de preparación y conocimiento de las rutas de evacuación que sean establecidos por los expertos y por las autoridades.

No acercarse a las zonas de riesgo establecidas previamente. Mantenerse alejado de fondos de valles y quebradas, para evitar posible lahares o crecidas.
Disponer siempre reserva de elementos básicos como agua potable, alimentos no perecibles y enlatados, botiquín de primeros auxilios, linternas y radios con pilas frescas para escuchar oportunamente las orientaciones de los expertos
Una vez que se ha producido la Erupción.

Hay que Limpiar las cenizas acumuladas en techos y rendijas de puertas y ventanas.
Reunirse con la familia en un lugar seguro y prestar atención especial a niños, adultos mayores y personas enfermas.

Los depósitos de agua y alimentos deben cubrirse para evitar contaminación.
Si se vive en una zona rural, colocar a resguardo los animales, trasladándolos a zonas más seguras. Si es necesario las autoridades le pedirán evacuar su vivienda. No discuta estas desiciones facilite la acción por dolorosa que sean se toman por el bien suyo y de sus familias. Mas vale siempre Procurar que lamentar. no olvide portar su documentación personal y la de su familia, llevar vestuario adecuado y medicamentos habituales.

Si hay abundante caída de ceniza, utilice mascarillas, toallas y pañuelos humedecidos para respirar.

Evitar usar vehículos por la baja visibilidad y si lo hace conduzca lentamente
Todos los registros sobre erupciones volcánicas en Chile presentan un cuadro más o menos similar, en el cual se consigna la ocurrencia de algunos fenómenos premonitorios como la emanación de humo en un cráter que parecía inactivo o la aparición de un nuevo cráter.

Esto puede durar algunos días, semanas e incluso años, hasta que una serie de temblores y ruidos subterráneos preceden a la salida de cenizas y lava, la que se escurre entre 5 y 100 km/h, dependiendo del desnivel geográfico, siguiendo habitualmente las quebradas del área y desembocando en cauces de ríos o lagos. La fase eruptiva ha durado desde algunas semanas, hasta cinco o más años.
Los daños en cuanto a vidas humanas, por lo tanto, no han sido tan trágicos como en el caso de los terremotos o tsunamis, ya que la población usualmente alcanza a ponerse a salvo.

Dependiendo de la estación en que la erupción ocurra, se pueden producir deshielos acelerados y avalanchas, que son los que han provocado más víctimas que la lava misma.

Los daños materiales, en cambio, suelen ser cuantiosos, tanto en la agricultura como en la ganadería. El ganado puede sufrir una gran mortalidad por no alcanzar a huir de la lava o porque la lluvia de cenizas cubre la tierra, provocando ya sea la asfixia de los animales o su muerte por incapacidad de alimentarse.

Lo que me ha parecido oportuno comentar a Uds. hoy, dada la emergencia que lamentablemente afecta a nuestro territorio y que Dios quiera se mantenga sin alcanzar más territorio, que el ya afectado.

Muy buenas tardes.-